El hombre que será el juez

Sentado en el borde del precipicio vespertino viendo la vida pasar a punto de desplomarme hacia el acantilado notando la vida escaparse lentamente en la rapidez vertiginosa del tiempo contradictorio rododendro espiral viciosa que no ampara mis huesos quebrados de tanto trepidar por el suelo en las noches promiscuas de pesadillas a la luz tenebrosa…