(Esto no es un poema o Voten a Apolonio Rey o Sálvese quien pueda). Paseando por las escalinatas empinadas de metafísicas estaciones rompiose un peldaño tras mis pies… y entonces vio los funerales iluminar la marcha tétrica a la que se encarama la humanidad. No quisiera ser tan hosco pero decir que el amor no…

Te veo pasar niña, tu rostro de diosa cegado. Apolonio Guillian de «Notas al azar»

(Mea Culpa). Último autobús de la tierra, vayan tomando asiento, aquí nadie se queda, pueden hablar o permanecer callados. El equipaje es ligero lleven solamente sus almas. Digan adiós a todos los fantasmas que han dejado. Yo tomaré asiento junto a vosotros en silencio. El último autobús se eleva desde las sombras, un día volveremos…

El diablo gana… o no.

(El triunfo de Lucifer). Ved a la Verdad como viene envuelta de sudarios. El hielo cruje en las latitudes perdidas de mi alma. En las sotanas de la libertad observé morir cosmovisiones que maniataban hordas que regían los destinos hacia el pensamiento único. Dos estrellas brillan distantes en igual intensidad más allá de las reuniones…

Recordando la infancia

(Putos Erizos que se cruzan en la carretera me habéis pinchado la rueda o El poema que nuca debió de escribirse o Hsasta el último suspiro os llevaré seres que vivisteis junto a mi un día). Ionosfera abierta por el hierro y el arado que transforma los almendros en flor, perdonados por el trabajo los…

(Temblor borroso en la clarividencia de lo que le engendré dentro o No le toqué ni un pelo o Príncipes errabundos). Un poema sólo uno para destruir su corazón traicionero Espinosa Alborada Metálica acrecentando la mortal y asesina herida: muere a eones de tiempo y de espacio lejos de mí. Brota oh rencor como un…

(El poema desechable). El ruido imberbe no cesa en los avatares del destino que se precipita voraz velozmente hacia el cubo insomne de la desventura. Gárgolas añejas otean a sobre las peladuras en las colinas sin cejas que separan los lindes abisales de las cornisas más cenitales. Allende los páramos redondeados de inculturas trascendentales sumerge…

Ahí seguimos.

(Fábula de otoño). Camino de la noche cuando el guerrero se desprende del antifaz y se anuda sobre sábanas congeladas entregando su desnudez a la oscuridad. La velada se ha traspuesto transformándose en un valle espectral, lo hosco se adentra rumbo sendas de cristal. En los prístinos desvaríos de la mente se deja huella somnolienta…

En las amígdalas de la concordia anclé los versos desesperados que aullaban atemorizados palabras de amor que se derrocaban ateridas hacia infaustos abismos de dolor. En las gónadas del desprecio vislumbré éticos pasillos donde alunizar mis deseos pretéritos en hordas amarradas de distantes pensamientos que sucumbían sin cesar precipitándose sin más a la brecha insomne…

Profecías en los envases de yogurt caducados.

(Grimorio: De las generaciones ancestrales olvidadas). He descorrido los Velos de la Séptima Inmaculada Encarnación dejando su pálida desnudez ante el ojo centelleante que quiere contemplar el camino de la veracidad ante las chispas que despliega el Iluminado Sendero que despunta en el Pico Más Alto por donde los súper hombres y mujeres ascenderán a…