La muerte te da alas

Irradia bosque de siluetas las tenebrosidades que existen en cada alma, quita la máscara que recubre la maldad y el vestido que tapa la deformidad. Noches de betún espejo en que se miran mis ojos enamorados de imposibles ideales de rebeldía ¡arranca mis pupilas! que mane sangre de mis iris quebrados y conformen el perfil de lo que amo aún todavía, que estire mis manos y se deshaga. Oh eclosión perfecta sumida a la hecatombe de los cuerpos sin vida en una existencia baldía y que ceda al fin la pared infranqueable y me señale bajo mis pies la senda que vaya divisando en el horizonte final al pie de los abismos los contornos de la cruz sin nadie.

AP GUILLIAN

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