¿Qué nos destrozará el amor o el cansancio?

(Sick Of Goodbyes o Amor y cansancio). Anochece y el viento agita las entrañas de mi alma en mi pena que busca redención en los besos de Lisa sabiendo que se ganará una buena condena si al final se cumplen las profecías ensoñativas de la descomposición de nuestros cadáveres. Y a la espera mientras bufa la ventisca entre la hiedra la ocasión para dejar en lo Idílico lo nuestro Ella me llama y me voy corriendo a besar su boca salivada para la ocasión en las entrañas del poeta condenado desde la infancia por amar a tantas. En las botas donde me calzo los desastres erguido camino agarrándola de la mano luciendo bajo el sol o la luna la buena pareja que hacemos. Pero lejos de ser ángeles somos demonios que aún aman las proyecciones en otro cuando corresponden dactilares contactos en las posaderas del otro mientras nos besamos. Quiero huir más allá del Norte a la esperas periféricas de la Atmósfera para que me arrebate la muerte súbdita solitario entre ensoñaciones de fantasmas y espectros macilentos el desdoble de mi alma por abandonar todo mundo material y las caricias los besos el glande repicando dentro el placer convertido en monstruo y ante todo la desintegración de mi espíritu enclavado en la carne del pecado abriendo paso a los abismos mientras me despeño cayendo al vacío a plomo y veo a Lisa y tantas otras volar a lo lejos sin recuerdo de los hijos que nunca tendré en Eideen caer al foso, en el olvido atroz de rememorar mi lengua en sus gargantas.